Zidane se movía con la prestancia de un torero. Con deslumbrante maestría y clase suprema, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran una obra de arte, como pinceladas magistrales en la gran https://elodielsin140267.dailyblogzz.com/39114683/el-cabezazo-de-zidane-en-cámara-lenta